¡Ya está publicado el 2º episodio de mi podcast sobre reproducción asistida y feminismo! Uno de los sitios donde podéis escucharlo es en Spotify (también está en Anchor), y más adelante es posible que lo suba a más plataformas.El podcast se llama "Apenas se habla de esto" y el título del episodio es igual que el título de este artículo.
El primer episodio de la serie se titula "Reproducción Asistida vs Feminismo: Donación de óvulos y embriones, acogimiento..." y lo puedes oirbtambién en Spotify (y de momento en n Anchor, Youtube y Soundcloud). Y puedes leerlo por escrito aquí.
Puedes mandar tu testimonio relacionado con lo que sea de la reproducción asistida a crecientel@ymail.com (sí, es "ymail" con "y", no con "g") o comentar en este artículo.
En el programa anterior de la serie de programas sobre Reproducción Asistida y Feminismo hablé de que en la explotación reproductiva de óvulos se dice a las donantes que su motivación debe ser que están ayudando a una madre a cumplir su sueño. Pero la realidad es que a lo que están ayudando es a perpetuar la genética del marido o novio de esa mujer, porque podría ser madre adoptando un embrión, ya que en España hay a día de hoy entre 60.000 y 80.000 embriones abandonados aproximadamente, proceso que vale mucho más barato y que las clínicas no suelen mencionar que existe hasta que ven que no les queda más remedio para ganar dinero (esto lo veremos en el testimonio que tenemos hoy). Y también podría ser madre por adopción o madre de acogida.
También en el programa anterior introducíamos que la donación de óvulos afecta a la salud física y psicológica de las donantes, incluso en ocasiones a su salud social, a sus relaciones. Aunque ya profundizaremos más en esto en un programa próximo, con testimonios.
Hoy traemos un testimonio muy necesario de una mujer que acudió a Reproducción Asistida.
Si buscas información antes de ir a una clínica de Reproducción Asistida a buscar ayuda solo te encuentras con publicidad interesada y solo con un punto de vista, el que interesa a la industria de la Reproducción Asistida.
También por las redes sociales hay madres solteras que lo han sido por reproducción asistida y que hacen negocio de promocionar a las clínicas y sus mensajes. Estas mujeres suelen hacer entrevistas remuneradas para ellas a profesionales de las clínicas. Estas madres a su vez suelen defender en sus redes la explotación reproductiva subrogada, quizás porque supondría más dinero para ellas.
Entonces solo te encuentras esta visión donde hay mucho dinero detrás en juego. En este podcast vamos a dar la información que económicamente no interesa dar, la información oculta, y vamos a decir ¡basta ya!
Durante el testimonio a nuestra oyenta, le pregunto que si cree incompatible aceptar la ovodonación con ser realmente feminista y le pasé un artículo de Silvia Nanclares de julio de 2019, donde una mujer, que dice que se considera feminista, cuenta sus sentimientos como receptora de óvulos de otra mujer. En el artículo, la receptora comenta:
“El dilema estaba atravesado por dos fuertes escollos: por un lado, la cuestión del duelo genético y, por otro, y en mi caso específico y salvajemente cruzado con mis gafotas feministas, el conflicto ético.
Mi amiga se ha plantado en la ovodonación. Porque traicionaría su esencia. Su esencia feminista.
Yo llevo casi dos años habitando esa traición, aunque no tan acusada como para haberme hecho parar. Supongo que en mi decisión de seguir adelante tuvo que ver la espiral de intentos fallidos y nuevas opciones en la que te metes cuando pones un pie en la reproducción asistida y acabas haciendo de tus principios algo tan maleable como el slime de tus sobrinas. Escribo desde la traición consumada. Desde la contradicción.
En mi madeja particular, los nudos más intrincados son aquellos que me recuerdan la mercantilización de mi maternidad.
Pero en el caso de la ovodonación, es otro cuerpo el que se somete a los procesos de hormonación / extracción por los que tú ya has pasado y conoces. De alguna manera, a través de la ovodonación, estábamos contratando mi maternidad con otra mujer. Y aquí, salvando todas las distancias, pero también con puntos de intersección, se cruzaba y se cruza la gestación subrogada. Hay un término que utiliza Elisa, otra madre sola y amiga, para referirse a los procesos de reproducción asistida que ambas hemos pasado: la autosubrogación. ¡BUM!
Esa persona, la donante, su presencia, ronda, aún hoy, junto a la ausencia de mi vínculo genético con mi hijo, por la casa a horas intempestivas. Estuvo durante el tratamiento (nuestros ciclos habían de sincronizarse), estuvo en el Precongen (un estudio genético que se realiza, si lo deseas, para descartar síndromes que se producen por incompatibilidad genética, entre, en este caso, mi compañero y ella). Estuvo en mi embarazo: en las ecografías tenía que decir que el óvulo era de una persona de 25 años, edad de la donante, variable crucial para valorar riesgos. Estuvo el día que nació mi hijo, donde de nuevo operó la ausencia o presencia (yo no sabía si había huellas de mí en él, pero, ¿qué había de ella en él?). Esto también ha generado una desigualdad específica y simbólica en cuanto a esto en nuestra pareja: mi chico sí estaba, está genéticamente, y es, además, muy palpable.
Como feminista, la ovodonación me ha puesto, y me pone, en un lugar difícil que todavía estoy gestionando, tal vez gestionaré de por vida, ya que me implica a mí, a mi pareja, a mi hijo. Nos atraviesa como familia y abre muchas conversaciones que estamos teniendo y tendremos. He escrito este texto para abrirlas al común, para poder encontrar palabras y mejorar las condiciones en que se realizan estos procedimientos que, visto la cada vez más elevada edad de los primeros embarazos y casos de infertilidad en nuestro país, están siendo y van a ser una realidad habitual en nuestros entornos".
También en otro artículo de junio de 2016, una mujer que se cuestionaba si recurrir a ser receptora de ovodonación contaba: “A veces escribo en los foros sobre el tema de la ovodonación, porque me sorprende que las dudas acerca de emprender este proceso nunca estén relacionadas con los efectos e implicaciones para las mujeres donantes, sino por preocupaciones relacionadas con la vivencia y experiencia de maternidad de mujeres receptoras: “¿Qué pasará cuando no se parezca a mí? ¿Lo querré igual? ¿Y mi carga genética?
(…) por el hecho de poder dar respuesta a esa necesidad personal, y egoísta, de experimentar la maternidad biológica, me gustaría aceptar la ovodonación, pero una resistencia ideológica se interpone: “¿Me estoy aprovechando de otra mujer? ¿Dejaré de ser feminista?”.
En noviembre de 2022 se publicó una noticia que decía: Según los estándares marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 30 y 50% de los hombres en edad fértil tiene un semen de baja calidad. Y un experto mencionó que muchos hombres que descubrían que tenían dificultades reproductivas preferían renunciar al sueño de ser padres antes que abordar el problema y buscar soluciones.
Un trabajo publicado en Human Reproduction Update explica que la concentración de esperma de los varones se ha reducido a la mitad en las últimas cinco décadas y, principalmente, desde el año 2000 a la actualidad, y este fenómeno se repite de manera similar en los cinco continentes, según se desprende de un estudio internacional en el que han participado investigadores de la Universidad de Murcia.
También cada vez es más reducido el porcentaje de donantes de esperma seleccionados respecto a los que se presentan porque la infertilidad cada vez es mayor.
La infertilidad por factor masculino afecta al 40% de los casos de parejas que tienen dificultades a la hora de la fecundación, según datos aportados por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Los otros factores son el femenino, el mixto y el desconocido. A lo largo del podcast veréis que se dice que suele ser 30-30-30-10%, teniendo cada factor un 30% menos el desconocido que tendría 10% pero puede que actualmente el masculino haya subido a 40%.
Se calcula que en España hay unas 800.000 parejas que tienen problemas de fertilidad y la tendencia va en aumento. En estos momentos la infertilidad en España afecta entre al 15 y al 17% de la población en edad reproductiva.
Por otro lado, la edad en la que se busca ser madre se retrasa cada vez más. Esto entre otras cosas, es debido a que entre que te sacas una carrera o estudios, entre que encuentras trabajo, luego consigues un trabajo medianamente estable y una estabilidad económica, entre que la mayoría de jóvenes entre 30 y 40 años vive con los padres o comparte piso porque es difícil conseguir un trabajo indefinido y que no sea precario, etc. Te plantas en los 40. Y a los 40 tener descendencia biológicamente es un problema, en cuestión de conseguir el embarazo y un nacimiento. Y el embarazo tiene más posibilidades de traer complicaciones que si eres más joven. Pero parece que no interesa mirar y corregir las causas del retraso de la maternidad. A las clínicas de reproducción asistida se les acabaría el chorreo de dinero. Tampoco parece que interese gastar en investigación para prevenir y curar la infertilidad sin tener que acudir a las técnicas de reproducción asistida.
La natalidad está cayendo en picado en España, lo que es bueno para el medio ambiente y malo para el pago de pensiones, si es que queda algo de esto en el futuro.
También hay que comentar que el entrar en el mundo de la reproducción asistida supone un desgaste psicológico brutal para las mujeres que acuden y se ve que es muy común que esto lleve a la separación de la pareja. Además, el no estar bien psicológicamente y el estrés no ayudan a concebir un embarazo ni a mantener un buen embarazo.
Con los testimonios que os traigo hoy podéis sacar vuestras propias conclusiones. Entre otras cosas, ¿se manipula el discurso que se da tanto a donantes como a receptoras de óvulos para que se acabe optando por este tratamiento en lugar de otros tratamientos u otras vías?
Los químicos y tóxicos a los que estamos expuestos pueden influir en la infertilidad y en la endometriosis. Endometriosis, otro tema que va a salir en el programa.
A continuación, vamos a escuchar un trozo del recomendado programa 19 del podcast llamado Sorginkeria Irratia titulado: “La endometriosis son los padres”. También vamos a escuchar a dos nacidos por donación anónima de esperma. Quiero aclarar que cuando Miquel, nacido por donación de esperma, dice necesidad de maternar, al decir “necesidad” hizo el símbolo de comillas con las manos. Seguidamente escucharemos a una psicóloga que lleva muchos años trabajando en una clínica de reproducción asistida y a una embrióloga que también trabaja en una clínica del sector. Todas estas escuchas dan contexto al testimonio en exclusiva que tenemos hoy, de una mujer que acudió a la reproducción asistida.
[Para escuchar los testimonios escucha el podcast].
Final: Agradezco a la oyenta que nos ha dado este testimonio tan valioso. En el próximo programa escucharemos cómo fue su exitoso proceso de adopción nacional. Si alguna quiere mandar su testimonio en relación a la reproducción asistida, ya sea como donante, como receptora de los servicios, como receptora de publicidad para donar, etcétera puede contactarme en los datos de contacto que dejo en la descripción.
Ag
Lista de reproducción de vídeos para ampliar información que voy a dar en los primeros tres programas de este podcast, sobre reproducción asistida:
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